martes, 17 de abril de 2012

Mi Novia

Es un homenaje sin más.
Muerta en la melodía,
punto por punto se va
la novia que yo quería.

Escondida en su tumba está,
ordenando, a la luz del día
con fiera voz, como de matar,
la novia que yo quería.

Ya nada puede ocultar
el llanto y las greguerías
que el viento derramará
por la novia que yo quería.

No os dejéis equivocar,
no os creáis que fue mía
aquella que visteis matar,
la novia que yo quería.

Ligero y profundo sueño,
estoy, a la vez, despierto.
Bailando va, y sin dueño,
la novia a la que yo quiero.

domingo, 8 de abril de 2012

Alas de laurel

Hoy quiero hablaros desde aquí abajo, desde el fondo del pozo, desde lo más hondo de vosotros mismos, desde lo más hondo de mí, desde las entrañas del mundo. Me dirijo a vosotros desde este púlpito de la mierda y la desilusión, saliendo por la puerta grande de la desesperanza, cabalgando derrotado los hombros del fracaso y la soledad, con un único fin: volar.

Sí, amigos, eso he dicho, volar. Porque a mis 22 años no he levantado ni un palmo del suelo y he visto romperse muchas veces los platos de la vajilla de mis sueños. Y no ha pasado nada, literalmente, nada. Sigo vivo, viviendo, no sobreviviendo. Sigo soñando aunque me resista a creerlo la mayor parte del tiempo. Sigo creyendo en algo que no se definir, aunque sea un descreído. Sigo teniendo ilusiones a pesar de que no sea capaz de darme cuenta muchas veces.

Hace poco tiempo y gracias a que soy previsor, amante y ladrón furtivo de los recuerdos, un Diógenes de cosas inacabadas y/u olvidadas, he podido ponerme a pegar los trocitos de esa vajilla. Despacio, poco a poco, como si el tiempo fuera tan amable de detenerse mientras yo persigo al futuro con las huestes de mi presente. Me atrevería a decir que de tanto tirar del hilo, acabaré teniendo unas palabras de más con las Moiras.

En resumen, no he levantado ni un palmo del suelo, pero ya muevo las alas. Y esto se lo debo en buena medida a toda esa gente que de una manera u otra ha confiado en mí y me ha apoyado, a los que están siempre ahí, a los que se fueron, a los que vinieron, a los que van y vuelven, a los que ni llegan a venir ni llegan a irse, a los que quieren estar y no pueden, a los que quieren irse y no pueden, a todos.

Pero sí debo y quiero poneros una pega. Simplemente esta: no soy un artista, ni un genio, ni un sabio ni nada, no soy nada, sólo aire. Soy tan importante o tan mediocre como todos vosotros. Por esto, os agradezco vuestros laureles, pero guardadlos para cuando algo o alguien los merezca. No los malgastéis ahora para lamentar su falta después. Nunca hice nada por ser halagado, por reconocimiento o por recibir tributo de ninguna clase, todo lo hice sólo por volar. Y si yo estoy pudiendo, todos podéis.

Arreglad vuestra vajilla, saltad desde lo más alto, elevaos, bailadle a la vida en su propia melodía, entonces, haremos ricos guisos con todos esos laureles malgastados, porque como ya dije, colecciono cosas olvidadas.

Nos vemos en las nubes.

jueves, 5 de abril de 2012

Duérmete

Y la avellana contempla, desde su baño de almíbar. La otra avellana duerme o eso creo. Escocia se funde en la España más castiza, esa España de la basura y las flores. La jungla está a punto de comernos, trepa, trepa, trepa y sus lianas se asoman coquetas a nuestros pies. Desde luego, sólo faltan las uvas.

El terciopelo acaricia lo intocable y un infantil cowboy protege lo suyo con garras de oso y colmillos de fiero jabalí. Cientos de estalactitas y de estalagmitas juguetean en las inmediaciones de tu trono. Al abrigo del pueblo te cobijas de repente, aunque esas gentes no saben lo que este viejo alquimista ve.

Como el gallo que canta a la mañana, salgamos esta noche. Atravesando cortinas de humo corramos desnudos por un césped entre los escupitajos de aspersores de cerveza. ¿Qué hago, me tomo un café o me voy a acostar? Cuidado, que aún te escuece el mundo. Tienes razón, voy a ver si me duermo.

Espera un segundo. Dos. La dosis necesaria para mí siempre es insuficiente, llámame adicto o lo que quieras, pero dame más. El minutero se ha cansado de esperar, se ha ido con otra, puto golfo. Bueno, déjalo, mejor que haga esas cosas ahora que aun hay tiempo. Sí, sí, si eso está claro, pero joder, siempre igual. No pasa nada, tú duérmete.

"A ella le parece todo muy fácil, duérmete me dice, como si eso fuera algo que yo pudiera hacer."