martes, 26 de junio de 2012

¿De qué estamos hablando?

Al menos veinte calaveras duermen, yo no, no tengo sueño suficiente. El sol se desparrama sobre sus fosas nasales, sobre sus cuencas vacías, sobre sus cabellos blancos por la ficción, yo estoy a la sombra, no quiero ese sol de 33º a las 19:06, no hoy. Ya queda poco para llegar al final, 50 minutos para ser exactos, aunque la larga parada en Torrijos me hace pensar que ellos llegarán tarde, yo no fijé mi hora de llegada.

Los paisajes se suceden a través de la ventana y se amontonan en mi cabeza. Pienso en los campos de Castilla de Machado y los comparo con el mar que engatusaba a Alberti y una profunda certeza se asoma aquí: Los jinetes negros de Vallejo bien podrían comerse esos campos y surcar esos mares, todo por tener listo a tiempo ese pan que se nos quema en la puerta del horno.

Es irónico que los Black Keys me susurren al oído que "the voices calling me" (las voces llamándome) y un guitarreo propio de un gladiador les haga callar. Escuchen salsa, pero no la bailen. Bailen música clásica, pero no la escuchen. Jódanse, les hace falta. Yo por mi parte ya estoy bien jodido. ¿Se acuerdan de mí? No, claro que no, pero no se líen, yo pregunto por ustedes.

El que a hierro mata a hierro muere. Dejad de pensar en espadas que esto va de militares. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿No hablábamos de un viaje en tren? Ya claro, decidme el clásico "Ah no sé, tú sabrás de qué hablabas." Hablaba de tu puta madre y.