jueves, 26 de febrero de 2009

Fuerza de lo efímero I

La importancia de las cosas pequeñas, un punto (.) tiene el poder para frenar cientos y cientos de letras que vienen detrás de él, sin embargo a una coma (,) que es más grande, se le escapan muchas letras. Un punto (.) es más robusto que una coma (,), pero al poner puntos seguidos podemos poner hasta tres sin que pase nada (:) (...) ahora, si ponemos si quiera dos comas seguidas (,,) el texto se destruye. Esto es sólo un ejemplo de la fuerza de lo efímero, un punto (.) es pequeño pero robusto y contundente, es una pausa larga en el texto, a veces final de este, la coma (,) es más grande, poco más, delgada y efímera y sin embargo puede destruir un texto con la ayuda de sólo una más, pero la gracia está en el equilibrio, las comas asumen su papel y los puntos el suyo, así todo es perfecto.

Pues esta pequeña teoría es aplicable a la vida en muchas facetas, a veces algo es aparentemente muy fuerte pero bastan un par de sutiles casualidades para desmoronarlo (poner más de tres puntos o dos comas seguidas), entonces, podemos decir que la clave es un equilibrio y una ayuda mutua de las distintas partes del texto, las letras se distribuyen en palabras para ahorrarle trabajo a comas y puntos, todo es un entramado casi perfecto en el que lo que más importancia tiene son las cosas efímeras ya que son las que tienen el mayor poder destructivo.




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3 comentarios:

M dijo...

Pues a mí me gusta poner dos puntos seguidos (..) o cuatro (....)

Se ve que esto del equilibrio no es lo mío (:

MIGUELo dijo...

Está claro que gustos, colores.jeje

Cuco dijo...

los signos de puntuación son un tema muy interesante ciertamente. yo por ejemplo siempre he odiado los dos puntos en medio de un párrafo. bueno ya he vuelto por aquí, a ver si no me vuelvo a ausentar xD