Esta tarde los niños reían de mí, debo haberme convertido en el bufón triste que siempre añoraste, pues mi maquillaje se desvirtúa con cada lágrima y mi risa a muerto a tu servicio. Vomito en este papel todo lo que siempre quise que supieras y nunca me atreví a decirte. Tengo que abandonar mis vicios, empiezo a parecerme a los personajes de mis textos, tipos oscuros y tristes, asqueados por el mundo que les ha tocado vivir, sólo deseando que todo termine y viajar tranquilos, dejando una huella invisible pero extensa.
En esta pausa he derramado dos lágrimas egoístas, no he llorado por tu cercanía, ni por la lejanía de las diosas, he llorado por dejarme llevar por las musas y escribir esto, por no plantarle cara a mis fantasmas y por no arrinconar a mi miedo. ¡Qué coño! Voy a salir a comerme la vida, a buscar esa fémina en que materializar las musas positivas, a reír otra vez, a quitarme el disfraz que me viste de Otoño.
Esta madrugada no me esperes despierta, quiero retozar con los primeros rayos del sol, volar atado a sus brazos, beberme su cuerpo por el que caminarán mis manos. Los ángeles no tienen sexo, pues yo tengo uno y pienso encontrárselo, no me importa el tiempo que me lleve, se que no vas a moverte de ahí. Llego tarde a mi cita con el mundo.
Sólo una cosa más, no te la lleves antes que a mí.
Nos vemos dentro de unos años, tuyo por siempre...
La carta tiene su destinatario, pero os la dedico a las tres.
4 comentarios:
jupe miguelo me ha encantado...una vez mas has conseguido emocionarme al leer otro de tus originales relatos...un besito ^^!!!
envidio a ese destinatario oculto.... no todo el mundo puede presumir de ser la musa de un relato asi....
besitos de SathieM
Jodidamente precioso.
Voy en orden, me estoy leyendo los del 2008 primero, como es lógico. Tengo Miguelo pa rato.
Eres un intenso.
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